El Lobo jujeño superó por 1 a 0 a Unión de Santa Fé, en Jujuy, y conservó la plaza norteña de primera división disputados dos partidos de promoción.
El partido no fue bueno y, a pesar de tener que ir a buscar el encuentro, Unión estaba sosegado o aturdido por el resultado del primer partido, ya que atacó muy poco, y las aproximaciones al arco de Nereo Fernández fueron escasas e insípidas.
Gimnasia supo regular el juego y, con una sublime actuación de Ricky Gómez, desplegó la mayoría del fútbol por la banda del tucumano.
La segunda parte tuvo un poco más de emoción y más participación de los delanteros del local, pero el gol llegó en un momento que el partido no ameritaba; lo convirtió Juan Arraya de cabeza después de una precisa y delicada jugada armada entre Fabio Pieters y César Carranza.
Con la ventaja Gimnasia sólo necesito que el tiempo pasara, debido a que Unión bajó inmediatamente los brazos y se limitó a manejar la pelota con poca profundidad y lo más importante, luego del gol, fueron las expulsiones de Marcelo Quinteros y Mosset que insultó a algunos hinchas que arrojaban salivazos verdes al barbudo central santafecino, mientras este se retiraba del campo de juego.
Terminó un bajísimo campeonato para Gimnasia, y que suerte que esto haya concluído con el equipo de Omar Labruna en la máxima categoría del fútbol argentino. El equipo tocó fondo y la experiencia servirá para corregir errores con la meta de hacer un buen desempeño en el próximo torneo en el cual Gimnasia deberá sumar muchos puntos para poder permanecer en la categoría.
Lo importante es que Gimnasia sigue participando una vez más en primera división y ahora, acompañados por San Martín de Tucumán, enriquecerán el fútbol del norte con nuevas caras y emociones futboleras.

Ignacio Alabí