TAREA PARA EL HOGAR
"Definición. Lo único que falta, hijito, definición" dijo una maestra en la platea, porque Gimnasia llegó, golpeó el travesaño, tuvo la pelota y quiso ganar el partido, pero como con Godoy Cruz, también le faltó el último toque para quedarse con el triunfo y es por esto que empató sin goles con Estudiantes de la Plata.
Se van cerrando los caminos para quedarse en primera; al no depender de sí mismo, el Lobo debería ganar todos los partidos, o salir a ganar en todas las canchas, y así lo intenta desde la asunción de Héctor Arzubialde, pero anoche la definición en manos de Juan Arraya y Diego Miranda se desintegro con la intervención de Mariano Andújar y con errores propios del nerviosismo por la obligación de ganar jugando como local.
Estudiantes se vio acorralado en los primeros avances del local, con Walter Busse tomando el control de la pelota y traslandando el balón con velocidad y vehemencia. Con estas herramientas, el salteño supo darle adrenalina a Gimnasia abriendo la pelota y hasta llegando a estrellar un derechazo en el medio del travesaño.
Miranda, que debutó como titular en el campeonato, se ubicó como el clásico número nueve que pivotea, aguanta la pelota y juega de espaldas al arco con los carrileros, pero además tuvo la situacion más clara del partido: Recibió la pelota en el centro del area, y de palomita no pudo esquinar la pelota, pero Andújar, que jugó sólo un tiempo, supo contenerla sobre la línea.
En el complemento el area visitante comenzó a llenarse de pelotazos, pero el desgaste de la primera etapa dejó mal parado al equipo en algunas entradas, y hasta Estudiantes pudo haber convertido con un derechazo de Diego Galván, un tiro de media distancia de José Luis Calderón y una magnífica jugada corner-volea preparada entre Leandro Benítez y Juan Manuel Salgueiro que pasó cerca del palo.
A minutos del final y, en su partido doscientos con la camiseta de Gimnasia, Daniel Ramasco pudo darle el triunfo al local con un cabezazo que pasó a millonímetros del ángulo del reemplazante de Andújar, Damián Albíl.
Lástima, esa es la sensación. El equipo ya está a punto, Arzubialde ya tiene en claro que es lo mejor que puede sacar de este plantel. Hay que hacer la tarea.
Ignacio Alabí