Otra vez desconcentración, otra vez desinteligencia, se cometieron negligencias y Omar Labruna no encuentra el delantero de referencia, el nueve; Gimnasia perdió 1 a 0 con Tigre, el local se llevó los tres puntos sin hacer mucho quedó como escolta de San Lorenzo y mandó al anteúltimo lugar al Lobo.
Un grave error de Gabriel Loeschbor le permitió a Martín Morel convertir rápidamente a los dirigidos por Diego Caña, pero luego de eso Gimnasia se adueño de la pelota con Claudio Fileppi y Fabio Pieters, pero jugando hacia los costados y sin profundidad.
Juan Arraya no supo hacer de referente para César Carranza y todo el frente de ataque. Gimnasia no es agresivo y patea menos al arco rival; se realizan pocos tiros de media distancia.
Esto no termina acá, porque el próximo partido, crucial, ante Godoy Cruz carecerá de la presencia de Daniel Ramasco y Fabio Pieters, ya que ambos fueron expulsados y cumplirán más de una fecha por reincidir en esta infracción.
Estas desconcentraciones son las que van a ejecutar la ilusión de Gimnasia en primera división, más el agregado de la liviandad con la que el equipo intenta llegar al gol.
Hay tiempo y los demás se pueden equivocar también, pero no volvamos a depender de terceros.


Ignacio Alabí